- ¿Qué son las cookies?
- ¿Para qué sirven las cookies?
- Tipos de cookies
- ¿Son peligrosas las cookies?
- Ley de cookies
Cada vez que entras a una web, te aparece el famoso aviso de cookies, lo aceptas a menudo, pero no sabes exactamente qué son las cookies, ni para qué sirven, ni qué es lo que estás aceptando exactamente. ¿Te ocurre esto? Si es así, este post resolverá todas tus dudas, o, al menos, casi todas 😉
¿Qué son las cookies?
Las cookies son pequeños archivos de texto que se generan en el momento en el que un usuario visita un sitio web. Una vez se ha creado la cookie, y si el usuario ha dado su consentimiento, el servidor la envía a al navegador para que este la almacene, sea cual sea el dispositivo desde el que se acceda (ordenador, smartphone, tablet…).
De esta forma, cuando el usuario regrese a ese sitio web, el navegador devolverá los datos recopilados en el archivo cookie al servidor para que este lo recuerde.
¿Para qué sirven las cookies?
En general, las cookies tienen la función de memorizar datos relacionados con la navegación de los usuarios en un sitio web como por ejemplo: productos añadidos al carrito, datos inicios de sesión, productos visualizados, preferencias…
La finalidad es simplemente la de ofrecernos una navegación más ágil y personalizada cuando volvamos a visitar el sitio, pues gracias a esas cookies el servidor web ya nos conoce.
Tipos de cookies
Existen distintos tipos de cookies, y son clasificadas conforme a su duración, la entidad que las gestiona o la función que vayan a cumplir.
Según la duración:
- Cookies de sesión: Se crean al visitar un sitio web y se eliminan automáticamente en el momento en el que abandonas la página.
- Persistentes: Estas sí se quedan almacenadas en tu dispositivo, a veces, por un tiempo determinado (puede durar minutos o años).
Dependiendo de la entidad que las gestiona:
- Propias: Son creadas por el sitio web que visitas y sirven para guardar datos de inicio de sesión o preferencias.
- De terceros: Generadas por entidades externas a esa web. Algunos ejemplos serían las redes sociales, anuncios o Google Analytics. Estos servicios externos aprovechan para recopilar información sobre tu navegación en el sitio web.
Según la finalidad de los datos:
- Técnicas o necesarias: Estas cookies no pueden ser desactivadas y permiten el buen funcionamiento de la web a nivel interno.
- De preferencias o personalización: Sirven para guardar preferencias como tu idioma, el tipo de navegador o región desde la que accedes.
- De rendimiento y análisis: Se encargan de recopilar información sobre tu comportamiento en la web, enlaces que visitas, o si finalizas o no un proceso de compra.
- Publicitarias o de marketing: Permiten optimizar la gestión de los espacios publicitarios en las páginas web, aplicaciones y demás. El servidor que instala la cookie en este caso no es el servidor de la web, sino el servidor de los banners publicitarios. Esta cookie, antes de mostrarte un banner comprueba, por un lado, tu IP para saber tu ubicación geográfica. Y por otro lado, examina cuándo y cuántas veces se te ha mostrado ese banner. De esta forma, ayuda al anunciante a controlar la frecuencia con la que se muestran sus anuncios según su campaña.
- De publicidad comportamental: Estas cookies analizan tu comportamiento en línea y características (gustos, preferencias, edad…) y en base a esa información, crean un perfil de usuario que luego es utilizado para mostrar publicidad que te pueda interesar. Es como cuando buscamos «zapatillas de running» en Google y después no paran de salirnos anuncios en redes sociales, páginas web, etc. de zapatillas. Esto ocurre por este tipo de cookies.
¿Son peligrosas las cookies?
Existe la falsa creencia de que pueden contener virus o malware, pero esto no es cierto.
Las cookies son simplemente ficheros de datos, cuya única función es la de almacenar información sobre nuestro comportamiento en línea. No son archivos ejecutables, por lo que no pueden hacer nada malo en tu dispositivo.
Lo posiblemente negativo o que genera más controversia, es en cuanto al tema de la privacidad. Pues, como ya sabemos, las cookies están «observándonos» continuamente y recopilando y compartiendo información sobre nosotros. Aunque debemos tener en cuenta que lo hacen de forma anónima.
Ley de cookies
Y es aquí cuando entra en juego el famoso «Aviso de cookies propias o de terceros».
Este aviso forma parte del Reglamento de Protección de Datos (RGPD) que obliga a los propietarios de sitios web a advertir a los usuarios de las cookies que utiliza su página además de permitir al usuario dar su consentimiento o rechazarlas.
Así pues, en el momento en el que accedes a un sitio web y lo aceptas, estarás dando tu consentimiento para que las cookies se instalen en tu dispositivo. También podrás encontrar en este aviso un botón que diga «Personalizar» o «Configuración», mediante el cual tendrás la posibilidad de seleccionar el tipo de cookies que quieres permitir.
En definitiva, dependiendo de la cantidad de cookies que actives o desactives, tendrás una navegación más privada pero menos personalizada o viceversa, aquí decides tú 😉