El pixel de seguimiento es como un «detective online» que ayuda a entender cómo interactúan las personas con una página web o una campaña de publicidad. Con él, las empresas pueden ver qué páginas visitan los usuarios, qué productos les interesan o en qué momento dejan de comprar. Además, permite analizar patrones de comportamiento para mejorar la experiencia del cliente y aumentar la efectividad de las estrategias publicitarias.

Por ejemplo, si una empresa nota que muchos usuarios abandonan su carrito de compras en una etapa específica, puede ajustar esa parte del proceso para reducir el abandono y aumentar las conversiones. Esto optimiza el uso del presupuesto publicitario y también mejora la satisfacción del cliente.