¿Los mails que envías a tus clientes se van a la carpeta de correo no deseado?
Aquí tienes 6 tips para evitar que esto ocurra:
#1 Envía tus e-mails desde una dirección de correo corporativa
Es recomendable que tengas una dirección de correo con tu propio dominio, ya que, además de transmitir más seriedad y confianza, las cuentas gratuitas (Hotmail, Gmail…) son más susceptibles de ser marcadas como spam.
#2 Personaliza el nombre del destinatario en el e-mail
Seguramente tengas una base de datos de clientes, aprovecha, y dirígete a cada uno de ellos por su nombre. Esto es sencillo de hacer gracias a herramientas como Mailchimp o Mailjet.
#3 Pide a tus clientes que te agreguen a su lista de contactos
De esta forma, estarás entre sus contactos de confianza y tus correos no se deberían marcar como spam.
#4 Limpia tu lista de direcciones de clientes
Elimina las direcciones erróneas o inexistentes. Si los e-mails que envías a ciertas direcciones vienen devueltos, elimínalas.
#5 Cuida el texto del asunto
Nunca utilices exclamaciones, ni todo el texto en mayúsculas. Evita las palabras consideradas como spam: gratis, oferta, urgente…
#6 No envíes archivos adjuntos
Si necesitas enviar algún archivo, súbelo a tu web y adjunta el enlace mediante la colocación de un botón en el cuerpo del mensaje. Muchos gestores de correo, al detectar un e-mail con archivo adjunto (sobre todo si son .rar o .zip) directamente lo envían a la carpeta de correo no deseado. Se trata de una medida de seguridad para evitar la filtración de malware.
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